Se preguntaran por que importa tanto conocer sobre las edades para evaluar los comportamientos de los niños y adolescentes.
La respuesta es muy clara. De acuerdo a la edad sabemos si un comportamiento es esperado o si debemos preocuparnos.
Para ser más clara, pondré un ejemplo: cuando exigimos en los niños la capacidad de gestionar sus emociones, con la finalidad de evitar conductas conflictivas, debemos saber que hay edades en las que neuronalmente no están desarrollados como para poder evaluar sus emociones y mucho menos para saber cómo gestionarlas.
Por otra parte, las memorias emocionales juegan un papel muy importante en el desarrollo del niño, ya que son aquellas que les enseñan sobre como debe actuar frente a un determinado estímulo.
Antes de los 3 años los niños aprenden por medio de las emociones que son transmitidas de sus padres, guardando en su memoria esta respuesta frente al estímulo al que sus padres respondieron.
Pensemos en un ejemplo claro. Un niño menor de 3 años ve por primera vez a un gato.... su primer reacción será mirar a su figura de apego o de referencia (su madre o padre) para ver como reacciona. Si este/a reacciona gritando y sacando al gato de su vista con una escoba, el niño asocia el estímulo (gato) como "peligroso" y en su memoria emocional guarda la emoción de miedo junto a este estímulo.
La conducta esperada luego de este aprendizaje, será defensiva o de ataque al enfrentarse a cualquier gato que vea.
(¿Será congruente castigar o pensar en una conducta disruptiva cuando se genera la defensa del niño frente a el gato?)
Con esto podemos llegar a comprender por que un niño pequeño no puede gestionar sus emociones. Directamente no tiene el cerebro estructurado para hacerlo y sus memorias emocionales aun son pobres, por que es pequeño y todo es nuevo.
A la falta de memorias emocionales, debemos sumar algo muy importante... el lóbulo orbital frontal aun se encuentran en un proceso de mielinización neuronal y su desarrollado no está pronto para poder gestionar las emociones propias.
Es IMPORTANTE saber que a la edad de 6 o 7 años recién los niños pueden comprender sus emociones y negociar con ellas, REFLEXIONAR (será capaz de entender y aplicar la frase que su madre le dice "si tu quieres ir al parque debes terminar de gestionar tu enojo y mal comportamiento").
Lo que indica, que antes de esta edad es deber de los adultos ayudarlos a gestionar sus emociones y sus comportamientos, tomando en cuenta que somos la herramienta mediante la cual conocen el mundo, a otros y a ellos mismos.
Por ello hay etapas en las que es normal encontrarnos con una rabieta, o explosión de enojo (entre los 2 y 3 años) y hay otras en las que este mismo comportamientos nos muestra un descontento, un malestar o una patología existente.
Las etapas del desarrollo son la guía de todo padre para sentirse tranquilo, de todo profesional para evaluar anomalías en la conducta y del resto de los adultos que interactúan con los niños (maestros, profesores, familiares, etc) para saber que esperar o como estimular un mejor desarrollo.
Los años mas tempranos en la infancia son la clave de un futuro adulto sano, ya que es el momento en que las figuras referentes nutren a sus niños de experiencias, de contención, cariño, de normas y reglas, y de oportunidades de equivocarse para finalmente aprender.
Por lo tanto, es esperable pensar en etapas claves donde el comportamiento tiene explosiones lógicas propias de cada edad.
(Ejemplo: la adolescencia es una etapa de muchos cambios hormonales, motivando a los mismos a tener comportamientos de enojo, tristeza y aislamiento de su familia que son normales y necesarios para configurar su personalidad)
Sera una labor con mucha responsabilidad comprender como se crean los conflictos que traen a terapia a niños y adolescentes. Donde hay una linea muy fina entre comportamientos esperados (de acuerdo a su edad cronológica, lo aprendido mediante experiencias emocionales y el contexto en el que vive, en interacción con los integrantes de su familia) y comportamientos que demuestran malestar psicológico o trastornos psicológicos.
Los profesionales de psicología infantil tienen como finalidad comprender y conocer al niño o adolescente, para entender el motivo de consulta, ayudar a solucionar los conflictos existentes que se mantienen en su actualidad y actuar como guía con la familia, brindando el apoyo emocional y sabiduría a quienes son referentes del niño o adolescente que consulta.
POR QUE ES IMPORTANTE SABER ESTO?
Por que es parte del proceso ayudar al sistema familiar para que logren una acomodación funcional que elimine el mantenimiento de los síntomas y ayude al paciente a modificar conducta problema.
El apoyo a la familia es clave y que la familia lo sepa y sienta la ayuda del psicológico trasmite cierta tranquilidad en los referentes.
Si actualmente conoces quien necesite asesoramiento, no dudes en recomendar esta página informativa.
Información clara e importante para padres. Gracias